El tiempo que crees perdido nunca ha sido un desperdicio... Cuando creí estar perdiendo mi tiempo aprendí más que en mis asistencias a las obligatorias clases de la universidad...
Aprendí a reír con mis amigos lanzándonos por las arenas de un desierto de mi ciudad, aprendí a flotar en el mar, vi girasoles en un barranco y me aventuré a tomar uno, con todo y el riesgo de caer en el... El girasol aún lo guardo ya disecado, aprendí a sudar entre sábanas y a reír mientras lloraba...
Descubrí que algunos ojos gritan lo que la boca se empeña en callar. que un abrazo transmite más que cualquier palabra, sobre todo cuando quieres hacer entender que pueden contar contigo.
Cuando la gente dijo que desperdiciaba mi tiempo, yo conocí otro montón de gente. Algunos de estos hoy son mis amigos, otros me enseñaron que la gente puede dañarte. A ambos grupos de gente les tengo diferentes tipos de aprecio.
Entonces, ¿es desperdicio o una oportunidad de vivir?
1 comentarios:
Tu como siempre tan directa y acertada! Pienso igual, muy buen escrito, me gustó mucho! :)
Publicar un comentario