Esas ganas de dormir contigo, casi sobre ti, de despertar a besos, que tus manos despierten mi cuerpo antes que a mi, eso se quedó en sueños. Mis esperanzas por momentos se rinden, luego recuerdo todo, lo sueño de nuevo y se recupera la esperanza, llega con mas fuerza, como si eso fuera posible.
[Nunca he sido prudente, por eso vivo metida en problemas, por decir de más, por confiar de más, por dar de mas, ¿pero es que alguien sabe la cantidad exacta que se debe poner en esas cosas?]
Arriesgar para vivir, para saber y conocer, porque con los tropiezos es que se obtiene la experiencia, ¿no?
He intentado convertirte en pasado, aún en esos días de guerra entre tu y yo, podía sentir tus manos en mi espalda mientras me quedaba dormida, para soñar contigo... Debes haber leído esta frase hasta que se hizo cliché, pero en cuanto a ti es demasiado cierta y es que podrías acusarme de acoso mental, si quisieras.
Aunque no se que haces, donde estás, ni con quien, tengo esa manía de pensarte a cada momento, de seguirte soñando, ya sabes, haciéndome un tour, sentado en esa silla, con la piel roja, parte de ella en mis uñas... Sigo soñando que duermes a mi lado y que al despertar tienes un taza de café en tus manos para mi. A veces incluso puedo sentir un ligero y lejano olor a canela y cuando llueve, todo se vuelve más salvaje, nítido y real, aunque sigues sin estar.
Si no te gusta dímelo, yo simularé que ya no lo hago más. Duérmete como quieras, yo estaré allí al despertar, aunque no me veas.
Tu stalker mental personal.
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