...Hacemos el amor...
Este pensamiento asomó a mi cabeza para perfilar una idea...
La idea de hacer el amor durante todo el camino.
No me refiero al amor por las carnes de nuestros cuerpos, ese que nos hace gemir y sudar, no.
Me refiero a la verdadera forma de hacer el amor.
Hacemos el amor al mirarnos,
con esas miradas bobaliconas, o esas otras de entendimiento.
Hacemos el amor con cada sonrisa que por la otra persona se nos escapa.
Hacemos el amor cuando retozamos en la cama riendo como posesos por las cosquillas que nos provocamos.
Hacemos el amor cada mañana al despertarnos con la certeza de haber soñado el uno con el otro.
Hacemos el amor al ir caminando callados, tomados de las manos.
Hacemos el amor con cada abrazo, con cada beso de esquimal, con cada roce.
Hacemos el amor de mil maneras, aún sin tocarnos.
Hacemos el amor cuando hablamos del clima, del café y la falta de dinero.
Hacemos el amor al pelearnos.
Hacemos el amor al perdonarnos.
Hacemos el amor al retarnos.
Hacemos el amor con cada gesto.
Hacemos el amor aún estando apartados.
Hacemos el amor con cada "te quiero" no dicho, pero bien entendido.
Hacemos el amor sin palabras.
Y todo lo aquí dicho carece de sentido.
¿Podrías tú explicar lo que se siente hacer el amor de esta forma?
…Que no se den cuenta…
...La fuga...
...La cadena...
...Hoy me han echado del infierno...
...Arte en la piel...
Historia 1
Un miedo visceral,
casi extremo,
me paraliza,
se va apoderando de cada uno de mis nervios,
intento correr,
escapar...
No puedo.
Trato de gritar, pero mi garganta permanece muda.
Mis músculos se van entumeciendo con el frío.
Es de noche, lo sé por el olor del aire, aunque no pueda ver nada.
Me llega una voz, desde lejos, pero no le entiendo...
Me recorre un sudor frío y tiemblo.
Algo me dice que me queda poco tiempo, pero no se para qué exactamente...
Aguardo, trato de colocar mi mente en blanco.
Al instante una luz me ciega y te veo, tan tranquilo, tan callado, en calma, con la mirada en paz.
Logro correr y me alejo de ti y al dar la vuelta ahí estás nuevamente, con los brazos abiertos y una sonrisa en los labios.
Todos mis intentos de huida se hacen vanos y ahí, justo ahí, me rindo.
Son las 7:00am
No he dormido.
Tu voz está en mi cabeza y me desconsuela, me desespera, me enloquece cada vez un poco más...
Por eso me fui,
para no regresar jamás.
Humedad.
Nunca mis ojos habían presenciado tanta perfección, me asusté y salí a caminar bajo la lluvia.
Ahí estaría más segura, pero no contaba con que me seguirías...
Entré en aquel bar, buscando albergue a mis miedos, una bebida, algo, un no se qué.
Me senté en la barra, pedí un trago, pedí dos, te sentaste a mi lado sin hablar, sin mirarme y pediste un trago para cada uno...
Me iba a parar cuando me tomaste del brazo y me llevaste a la puerta del baño, recuerdo que dijiste: "refrescate"
Pensé que de verdad lo necesitaba, porque sin darme cuenta estaba extrañamente acalorada a pesar de estar mojada por la lluvia...
Sentí que tus brazos me abarazaban, sentí que me tocabas, comenzaste a besarme el cuello, la espalda, mi blusa había desaparecido, mi corazón desbocado, pero ya sin miedo...
Ahí nos perdimos en una danza sin igual de cuerpos mojados, me dejé llevar...
De la nada surgió todo, era una espiral y yo gritaba aferrada a tu espalda mientras tu te aferrabas a mi con tu carne, exploté y..."