Se podría decir que en la vida todo es una sucesión de
eventos, situaciones, circunstancias que hacen que las cosas sean como son…
Se que estoy siendo demasiado general y abstracta, pero ajá…
Lo que quiero decir es que para todo lo que hacemos, decimos
y sentimos hay una cadena, una cadena que a veces parece no tener fin…
O sea, por ejemplo, en las cosas del corazón, ¿cuantas veces
no te ha pasado que a quien quieres quiere a otra(o) y ese(a) a su vez a otra
persona y así?
Yo perdí la cuenta de cuantas veces me ha pasado y cuantas
veces he huido.
No se que es lo que hace que esta vez sea diferente, que aún
sabiendo que no me quieren mantengo una esperanza vana y sin fundamentos, pero
que sigue ahí, como una vela en el viento que amenaza con apagarse, pero no
termina de dejarte a oscuras, así, igualito…
Y no termino de entenderlo, aún espero ese flash de lucidez
que me haga ver por qué continúo esperando como tonta algo que no sucederá y
que de suceder solo me jodería más de lo que estoy (emocionalmente hablando)
No me consuela saber que hay otros que están igual o peor
que yo, al contrario, eso me entristece.
¿Qué hacer para romper esas cadenas?
*Se escucha de fondo “Please release me, let me go” de
Engelbert Humperdinck*
Toda cadena, real o ficticia, visibles o invisibles,
implican pérdida de la libertad y yo no quiero estar presa, quiero ser libre,
libre para amar, para soñar, para vivir donde, como y con quien quiera.
Hay que romper cadenas, tal cual como se rompen las reglas.
0 comentarios:
Publicar un comentario