Retro alimentación.

Ya no me importa donde estás, ni con quien. No me importa lo que haces, ni con quien. No me importa lo que quieres, ni con quien.


Ya no tengo ni ganas de pelear contigo y tu sabes cuanto me gusta pelear...


Ya, me cansé.


Me cansé de ser la única que debía probar algo,  de ser la única en demostrar, la única juzgada y a quien le importas de verdad...


Realmente, me cansé de preocuparme, de querer, de interesarme, de estar pendiente, de todo... Nunca he creído mucho en nada que no tenga feedback. Se necesita siempre una respuesta, un recibir de eso que das, una retro alimentación.

Si yo te hablo, ¿tu me escuchas? -Claro.
Y si te pregunto, ¿respondes? -Si.
Entonces, ¿que te cuesta devolver un poco de lo que recibes? -Nada.
¿Acaso eres mejor que yo y no merezco lo mismo que te doy? -No.


Búscate otra, otra que esté dispuesta a vivir en una sola vía, a mi (mal que bien) me gusta recibir tanto como doy, búscate una que esté dispuesta a escucharte sin que le escuches, búscate a alguien que le guste ser sombra, que para egocentrismos y vanidades, ya tengo las mías.