Un grano de vida

La gloria viene en tazas, puede ser un líquido negro, medio azucarado, o marrón, achocolatado, con crema batida, también con licor, puede ser amargo, acanelado, o el muy dulce avainillado, pero en todos los casos proviene de esa semilla tostada y molida, esa que huele a vida, esa que me despierta en la mañana con una sonrisa, ese líquido tan preciado que si no entra en mi cuerpo me convierto en una ogra amargada e infeliz.
Implica energía, el comienzo de un nuevo día, una inyección oral de ganas, el perfecto acompañante de una conversación, el relax de las 4 de la tarde, una sonrisa segura, intimidad, el comienzo de algo, la excusa perfecta para conocerse, para concretar detalles, para cerrar un negocio, para dar noticias...
En fin, es la gloria versión líquido, no me pidas que lo deje, no lo he hecho ni por el bien de mi salud, no te arriesgues a encontrarme sin haber tomado al menos una taza...
¿Tener 20 años tomando café diaria y religiosamente y que no te afecte si un día no lo tomas? Imposible.